Cerramos

Cerramos© Imagen de Tim Mossholder en Pexels

Antes del verano de 2021 tomamos la decisión de finalizar la actividad que veníamos desarrollando desde el verano del 2016.

Siempre he tenido en mente que llevaría DEVTIA hasta el final. Es decir, que había un firme compromiso en continuar trabajando junto a nuestros empleados, proveedores y clientes.

En mi cabeza no se planteaba ninguna otra opción. Durante estos cinco años, por supuesto, hemos recibido sugerentes ofertas de empleo, así como incluso algunas ofertas de compra, algunas más en modo tentativa y otras que han ido muy en serio.

Pero la verdad es que estaba en esto solo por ver hasta dónde podía llegar con DEVTIA. El dinero, así como otros factores, no eran determinantes.

¿Qué cambió?

Llegó una oferta de empleo que se diferenció de las demás. En esta oferta había un tema también emocional, un proyecto en el que quería participar. No era solo “XXX posición por XXX euros en empresa líder del sector”. Aún así, mi primera respuesta fue un NO rotundo.

A lo largo de las siguientes semanas lo fuí meditando. El armario de mi despacho se llenó de post it con argumentos a favor y argumentos en contra y tuve un montón de conversaciones con personas de mi entorno, a las que admiro, para conocer su opinión.

DEVTIA se encontraba muy estancada. Llevamos algunos años en los que la empresa no iba ni para adelante ni para atrás. Nunca se sabe cuándo uno tiene que esperar un poco más o cuándo se tiene que dar por vencido. Quizá, después de la pandemia, DEVTIA despegaría definitivamente o quizá me tiraría los próximos diez años atrapado en una empresa incapaz de incrementar la facturación.

Por otro lado, viéndolo con perspectiva, el gran fallo que he cometido desde DEVTIA es que no hemos sido capaces de trasladar un precio de mercado a nuestros clientes.

A día de hoy, el kilo de carne de desarrollador está por las nubes. Ni digamos ya el kilo de carne de desarrollador de buena calidad. No solo eso, si no que sigue subiendo. La perspectiva de tener que salir a contratar ofreciendo salarios poco competitivos es aterradora. Larguísimos y pesados procesos de selección para que un candidato tras otro te digan que no.

Así que, al final, tras haber trabajado duro durante algunos años y, a pesar de que ofrecemos un gran servicio, creo que no fuimos capaces de crear un modelo de negocio sostenible.

¿Cómo lo hacemos?

Una vez tomada la decisión de detener la actividad, el objetivo era hacerlo dejando los menores cadáveres posibles. Incluso a costa de perjudicar los propios intereses económicos de la compañía.

Los primeros en conocer la noticia fueron los empleados. Se les explicó la situación, los motivos, y se les propuso a cada uno de ellos varias salidas. Todas ellas en una posición mejor que la que estaban en DEVTIA.

Carlos pasó a ser CTO de un grupo de empresas que eran clientes de DEVTIA. Álvaro se incorporó conmigo a mi empresa actual, donde mejoró también sus condiciones.

A pesar de que ellos empezaban un nuevo empleo, acordamos despedirles, para que se llevaran su indemnización por despido, como una pequeña gratificación por acompañarme durante este tiempo.

Si lees esto, probablemente te parezca una miseria, pero ten en cuenta que nosotros trabajamos con márgenes muy pequeños, por lo que esa indemnización era una cantidad importante para la compañía. No obstante, en mi opinión, en esta vida merece la pena ser agradecido, sobre todo con aquellos que han estado a tu lado.

A continuación, planteamos un plan de salida para cada uno de nuestros clientes, para que de forma escalonada pudieran encontrar otro proveedor que se hiciera cargo de nuestros proyectos.

Dependiendo del nivel de implicación que teníamos con cada uno de ellos esto fue más o menos fácil. Aunque era mi deseo quedarme limpio de proyectos, todavía mantengo uno que me quita algunas horas al año y que no he sido capaz de colocar, pero que no he querido dejar en la estacada.

¿Qué me llevo?

Por supuesto ha sido una grandísima experiencia donde he crecido muchísimo profesionalmente pero, sobre todo, en el aspecto personal.

Agradecer a todos y cada uno de los que habéis participado en este viaje. Empezando por mi mujer Arancha, mis hijas Aroa y Enara, por Carlos Garbajosa, mi principal escudero, por cada uno de los empleados que han pasado por la compañía, por todos los proveedores que nos han ayudado y por todos los clientes que en algún momento han depositado su confianza en nosotros. De ellos, no puedo dejar de destacar a José Rojo, quien me convenció finalmente de cerrar la empresa, y a Sergio Merino, que diría que ha sido nuestro principal valedor.

Algunas de las personas de este viaje las considero mis amigos a día de hoy. A todas con las que he tratado, más o menos conocidas, les tengo un gran aprecio.

Como he dicho, he aprendido un montón de cosas, he tenido que crecer a nivel humano. No es lo mismo ser desarrollador que el trabajo que he estado desempeñado estos años. He tenido que ver las dificultades a las que se enfrentan en el día a día nuestros clientes. He tenido que entender sus negocios. He tenido casi que formar parte de sus empresas.

También DEVTIA me ha permitido hacer muchos experimentos, hacer cosas relacionadas con marketing, desarrollos propios que me apetecía hacer, he aprendido algo de contabilidad, algo de estrategia...

A nivel financiero, ser empresario te cambia bastante la mentalidad. Para mí, junto con ser padre, ha sido de las cosas que más me han hecho madurar. Como empleado, cuentas con ingresos "garantizados" y recurrentes cada mes pero, como empresario, tienes que tener una visión más a largo plazo. Digamos que no se puede vivir al día.

En resumen, diría que DEVTIA ha sido el paso que necesitaba para ir al siguiente nivel.

¿Es definitivo?

Nunca digas nunca, pero todo parece indicar que si. Ha sido una bonita experiencia y ahora toca recordarla con cariño y mirar hacia delante. De momento, mi intención es seguir repartiendo juego entre mis compañeros de STRONGHOLD ASSET MANAGMENT durante los próximos años.

Lo dicho, nos vemos en la siguiente.

PS. La web seguirá abierta, y la utilizaré para ir publicando mis cosas.